Por el bien
futuro

— 2021-2022

Sobre el cielo
de la historia

Work in progress

Volver
a un lugar

— Oct, 2016

Proyectos editoriales:

Distancia

— Ago, 2020

Algo mejor
que yo

— Ago, 2021

Última actualización:
21 de septiembre, 2024

↑  Stills del video Islas de chincha (2023)  y Catch the living manners as they rise (2024)

Rayos del sol de Sudamérica

— Noviembre, 2023

En 1851, el Perú financia la construcción del primer ferrocarril de pasaje y carga de Sudamérica, que unió Lima, capital del Perú, con el puerto del Callao. Este proyecto fue símbolo de desarrollo e identidad nacional y marcó el inicio de la construcción de una extensa red de conexiones ferroviarias que agilizaron y ampliaron el mercado en el interior y exterior del país en los años posteriores. El sistema económico estaba sufriendo una transición hacia un modelo capitalista y el país se había alineado a una visión de progreso y modernización, utilizando como garantía un elemento quizás inusual: grandes montañas de fertilizante producido por aves acumuladas en las islas de la costa del Pacífico. Este elemento, llamado guano, se había convertido en objeto de interés de las potencias industriales, que enfrentaban un problema de fertilidad en sus suelos debido a la separación de las grandes ciudades y el campo y al crecimiento de la población obrera. Este hecho le dio al Perú la liquidez para acceder a créditos, que posteriormente atraería a nuevos inversores y permitiría la consolidación de nuevas negociaciones con países industriales, utilizando como moneda de cambio sus propios recursos naturales.

Este momento histórico germinal que conectó al Perú con el mundo estuvo marcado por procesos de intercambio que fueron mediados por tecnologías lentas. Cerca de dos meses y medio en barco conectaban el puerto del Callao con el puerto inglés de Liverpool. Recursos, cartas o fotografías eran transportados a destinos lejanos y se volvían parte de un tejido global que progresivamente se iba complejizando. Hoy, casi 170 años después, la fibra óptica y la red satelital atraviesan el océano Atlántico para hacer viajar información a casi 200.000 kilómetros por segundo. Este enorme contraste da cuenta de la aceleración del intercambio a nivel global. No solo eso; también da cuenta de una invisibilización de los procesos de producción y distribución. La cara visible de estos procesos de transacción —las redes de comunicación digital— parece hoy tener una forma inmaterial y pura, dirigida por la coordinación de vectores informáticos cuyo uso puede ser empleado en la producción de los llamados vectores gráficos. Estos son líneas de coordenadas con trazos perfectos de ampliación infinita, utilizados para el diseño de toda interfaz digital en el presente. Los principios del vector parecen idóneos para representar las lógicas de crecimiento infinito que demanda la era del progreso y el mercado en el sistema actual. Así, mientras la forma ideal del capital se maneja desde los conceptos de progreso infinito y acumulación, su forma material se sostiene sobre la finitud misma del planeta.

El vector gráfico parece haberse convertido en el medio ideal para la diseminación de un mandato de universalización de la visualidad del mundo globalizado, con la imagen corporativa, la identidad gráfica de grandes franquicias y la construcción de redes comerciales al alcance de nuestras manos; todas ellas dibujadas desde el contorno de una forma gráfica sintetizada perfecta. Mientras, detrás, explotación y desigualdad soportan ese modelo económico desde el subdesarrollo transnacional. Para la extracción de guano a mediados del siglo XIX, cerca de seiscientos trabajadores coolies llegaron de China en calidad de semiesclavos. Y el guano, que prometía prosperidad y extracción constante por más de mil años, agotó sus canteras en menos de sesenta. Un sello postal con una imagen del primer ferrocarril del Perú ilustra esta relación aparentemente contradictoria entre naturaleza y tecnología. En él podemos ver un ferrocarril decorado con aves guaneras a los lados.

Rayos de sol de Sudamérica, propone una revisión y digitalización de los archivos históricos de la extracción del guano de las Islas de Chincha y su vectorización para la elaboración de una serie de activaciones performáticas y materiales. El centro de estas intervenciones es la producción de una serie de videos en macro de los vectores impresos. La cámara avanza cenitalmente siguiendo las lineas para simular el avance de una linea ferroviaria. La propuesta busca plantear una oposición entre lo digital y la materialidad dentro del imaginario extractivo del guano. El vector gráfico como modelo ideal se quiebra en el momento que se materializa en una forma impresa, pues su posibilidad de ampliación infinita se anula al ser contrapuesta a la realidad material.

La propuesta consiste en vectorizar y sintetizar los archivos visuales que rodean el imaginario del guano y  construcción de líneas ferroviarias del Perú, para producir un conjunto de piezas gráficas y pictóricas. Las piezas principales son dos videos en macro que recorrerán las líneas vectoriales de las piezas gráficas a una resolución y detalle tan preciso, que pondrá en evidencia la materialidad e imperfección de la línea vectorial cuando es impresa en papel.

Agradecimientos:
Elena Coto 
Paula Eslaba
Victor Losilla
Claudia Luque
Rafael Nolte
Almendra Otta
-
Imaginary Z
Centro Huarte
Crisis Galería
Centro de Residencias Artísticas de Matadero
La Casa Encendida

↑  Stills del video Por el bien futuro

Por
el bien
futuro

— Ago, 2020

El sentido común sobre las diferencias entre campo y ciudad en el Perú, se ha construido desde una tensión entre la idea de atraso y progreso, desde los paradigmas de modernidad y en un contexto de fuerte desigualdad social y económica. Estas relaciones han sido producidas históricamente desde la colonización, y se han complejizado desde la segunda mitad del siglo XX mediante flujos migratorios de zonas rurales a la capital del país. Sin embargo, su relación ha sido también atravesada por una lucha política de clase con hitos importantes como la reforma agraria y el conflicto armado interno en los años 80.

El bien futuro propone una serie de ejercicios de escritura testimonial y de ficción que se han materializado en dibujos, performance y video-performance. La propuesta textual narra la migración de mis padres, su relación al comercio y la voluntad por progresar. Estos testimonios son contrastados con reflexiones que ven con escepticismo ciertas ideas de progreso inherentes en mí. En el transcurso de la performance, comparo esas reflexiones con mi propia práctica artística y con el ejercicio del dibujo automático.

Créditos:
Edición impresa en Riso Wiso, Arnhem, NL
Sonido para proyecto en video: Ofrenda de Tete Leguía

Guión 01

— Performance

Se reparte primero entre los asistentes la impresión A3 de un dibujo digital abstracto. La performance consiste en la lectura de un relato mientras dibujo a tiempo real con un pad digital, mientras un monitor dirigido a los espectadores reproduce el proceso desde la pantalla de mi computadora. Conforme va finalizando la performance, se va haciendo evidente que el dibujo realizado es exactamente el mismo que tienen impreso en sus manos.

La propuesta textual es un testimonio semificcional que narra la migración de mis padres, su relación al comercio y la voluntad por progresar. Estos testimonios son contrastados con reflexiones que ven con escepticismo ciertas ideas de progreso inherentes en mí. En el transcurso de la performance, comparo esas reflexiones con mi propia práctica artística y con el ejercicio del dibujo automático.

Guión 02

— Video-performance

Esta es una video-performance que articula desde aspectos documentales la acción del Guión 01, junto al testimonio personal y la ciencia ficción. A esto se suma el contraste de reflexiones en torno al consumo, la globalización y la migración en un contexto peruano. 

Durante la video-performance, se hace entrega a los espectadores de copias del dibujo automático desarrollado al inicio de este proyecto.

↑  Registro de la exhibición Los dioses no están en la naturaleza en la sala del ICPNA, 

Los dioses
no están
en la
naturaleza

— Sep, 2019 (-22)

La palabra literaria, como unidad, es inestable; corresponde a una estructura sociocultural que determina su sentido y lo transforma. El texto se vuelve entonces un cruce de superficies textuales: múltiples escrituras en donde el sentido es dado no solo por su significado independiente, sino por su uso en la historia: su sentido pasado, sus autores, sus destinatarios. El intertexto es eso: constituido por un conjunto de múltiples citas, identificables, conectadas de forma no lineal en el presente y expresadas finalmente de forma circular en el tiempo.

Bajo esas condiciones, pienso en las posibilidades que existen al aplicar el sentido de ese concepto sobre la imagen desde un carácter nominal. Me interesó revisar así las condiciones históricas que han producido cierto tipo de imágenes y cómo una mirada desde el presente cambia su sentido.

.     .     .     .

"(...) los dioses no están en la naturaleza, sino más allá de ella” es un fragmento extraído de un texto del arquitecto Wiley Ludeña (Notas sobre el paisaje, paisajismo e identidad cultural en el Perú, 1997) en donde parafrasea y recontextualiza el acercamiento de Lynn White (en The Historical Roots of Our Ecologic Crisis, 1967) sobre el proceso de evangelización y sus consecuencias sobre los cambios de paradigma en la relación hombre-naturaleza. Esta consigna que irrumpe durante el proceso de colonización se vuelve un imperativo que aleja al indígena del culto divino a la naturaleza, dirigiéndolo a una posición de dominación y domesticación de su entorno natural. Esto supondrá acaso un hito histórico para abordar una separación entre campo-ciudad, naturaleza-civilización y los cambios socioculturales y divisiones ideológicas que se dieron en años posteriores en relación con las ideas de progreso y modernidad en el contexto peruano.

Así, busco establecer ciertas diferencias entre lo rural y lo urbano y, con eso, oponer formas ideológicas de pensar el progreso y modernidad desde el uso del territorio y su explotación.

Toda la informacion visual y textual presente en la exhibición ha sido producida a partir de la transcripción, grabación y reproducción de archivos físicos y virtuales; todos ellos reproducidos a escala junto a un equipo de personas, omitiendo premeditadamente cierta información.

Todas las imágenes seleccionadas son representaciones asociadas al territorio peruano realizadas desde el siglo XVII hasta la actualidad.

Equipo de producción:
Diana Arteaga
Kevin Chavez
Fernando Dextre
Olenka Macassi
Marysol Nanfuñay
Sofia Nakasone
Tete Leguía
Analuna Velarde
Rafael Nolte

Parte de este proyecto fue exhibido en el 2019 en el ICPNA San Miguel. Lima, PE

↑ REPRODUCCIÓN DE PUBLICIDAD

Durante la década del 90, el crecimiento del sector privado convivía con el que parecía el fin del conflicto armado interno en Perú, mientras, la publicidad vendía seguridad financiera, mejoras en los medios de comunicación y bienes que día a día fortalecían una cultura del consumo. Mediante la revectorización de afiches publicitarios que circularon en ese periodo de tiempo, elaboro una serie de materiales gráficos que replican la composición y tipografía usada en cada uno de sus diseños, para reemplazarla por contenido que da cuenta de una transformación progresiva de la subjetividad. Todo elaborado a partir de citas de testimonios, gráficos y publicaciones realizadas desde las ciencias sociales y la economía en las últimas décadas.

En el reverso, se pueden encontrar las fuentes de toda la información, así como mapas visuales de contenido que es también utilizado en la exhibición.

↑ REPRODUCCIÓN DE ACUARELAS

La implantación del pensamiento moderno europeo se extendió en el Perú en el siglo XVII, evidenciando un interés por la utilidad del conocimiento. Este nuevo paradigma extendido solo a una minoría, delimitó el contexto al que el obispo de Trujillo, Baltazar Jaime Martinez Compañón, contestó. A fines del siglo XVIII, emprendió su visita del territorio que sería seguida por la empresa de elaborar acuarelas del territorio comprendido dentro de su diócesis. Entre ilustraciones de botánica o zoología, pero también de corte etnográfico, las láminas describen el entorno natural de ese tiempo.

Este proyecto propone la selección y reproducción de artefactos utilizando como referencia las láminas impresas del libro Trujillo del Perú Baltazar Jaime Martinez Compañón. Acuarelas Siglo VXIII (1997). La selección que hago se enfoca en cierto establecimiento de la intervención humana para la utilización de los recursos naturales y animales. El proceso de reproducción omite la presencia de personajes, dejando ocasionalmente siluetas en blanco que delimitan su ausencia. 

↑ ESCENARIOS

Esta sección está conformada por maquetas a escala; pensadas como ambientaciones de escenarios de teatro. La selección se separa en dos:

Las pequeñas colocadas en el suelo parten de los paisajes representados en el siglo XVIII en las láminas de Martinez Compañón, son contornos de la visión del indígena sobre el territorio; un espacio de idolatría animista vacío de sentido desde la llegada de los nuevos paradigmas teológicos. 

El segundo grupo, de proporciones mayores, parte de fragmentos de la pintura Retorno de Egipto (1680) de Diego Quispe Tito y Cristo resucitado (1603) de Bernardo Bitti. Pintados a partir de un relato bíblico y con un paisaje casi idílico no naturalista. 

↑  Registro de la exhibición del Premio Arte Contemporaneo 2018 en la sala del ICPNA.

¿Quién
es el
culpable?

— Ago, 2018

El 24 de enero del 2018, el diario local Correo publicó un artículo que tuvo fuerte impacto y generó acaloradas discusiones en los medios locales y la esfera pública: una serie de pinturas tradicionales de Sarhua llamada Piraq Causa fue incautada por el Estado por apología al terrorismo. Esta serie es una narrativa histórica visual que relata con gran detalle hechos de la historia reciente desde la aparición de Sendero Luminoso y las fuerzas militares en la localidad de Sarhua, ubicada en el departamento de Ayacucho. Esta serie contiene un conjunto de símbolos alusivos a Sendero Luminoso y al MRTA, así como al movimiento comunista. La interpretación errónea de la serie Piraq Causa, aunque negada y aclarada principalmente por el sector académico, evidenció el miedo y la asociación inmediata de los símbolos políticos de izquierda con el terrorismo, ignorando el discurso textual e histórico que las obras proponen. El proyecto ¿Quién es el culpable? forma parte de este contexto específico en el marco del Premio ICPNA Arte Contemporáneo 2018, lanzado pocas semanas después de la noticia del diario Correo. La propuesta busca descontextualizar elementos de las pinturas para abrir una historia construida a partir de objetos aislados, donde las fuerzas militares, comunidades indígenas y movimientos terroristas acaban siendo representados por elementos que adquieren un valor simbólico como signo.

Selección de un total de 31 piezas producida por la Asociación de Artistas Populares de Sarhua.

↑  Registro de la exhibición colectiva 13 interpretaciones del inicio y el fin en la Sala de Wu Galería. Créditos de la imagen: Edi Hirose.

Sobre el
cielo
de la
historia

Work in progress

Durante la elaboración de investigaciones teóricas, el recojo de fuentes de información me ha llevado al cuestionamiento sobre el lugar que tiene la imagen como fuente de información; la imagen como cita textual. Esta sección está compuesta por una serie de pinturas a modo de anotaciones, realizadas entre el 2015 y el 2021.

En seleccionar y aislar, hay también un acto de descontextualización que permite acceder a un sentido universal de la forma. Este, puesto en determinadas condiciones, tiene la capacidad de apelar a una transversalidad histórica de sucesos, movimientos y acciones.


Las imágenes de este proyecto están compuestas por fragmentos de imágenes que he ido replicando manualmente entre el 2015 y el 2022.

↑ Registro de la exhibición Una sociedad sin recuerdo en el CC. PUCP, Lima, PE

Volver
a un
lugar

2016

¿Qué es lo que se posiciona al margen del discurso hegemónico vinculado al conflicto armado interno que se vivió en el Perú en las décadas del 80 y 90? Aquellas posiciones que exceden los límites ya establecidos como correctos suelen ser estigmatizadas por el criterio común, silenciando las voces de aquellos que fueron vinculados a un acto condenable, y dirigiéndolos a una generalización que excluye diferencias y aspectos más complejos en su historia.

¿Cómo escuchar las voces de aquellos acusados por terrorismo durante el periodo de los 80s en el Perú, sin desacomodar el juicio moral que existe sobre el desarrollo de dichos acontecimientos? ¿Desde qué procesos se podría posibilitar el diálogo en torno a esa otra memoria?

Usando como base los testimonios de presos acusados ​​por terrorismo en la prisión de Yanamilla (Ayacucho, Perú), el proyecto propone un conjunto de procesos que buscan acercarse al otro. Propongo tres acercamientos: Una publicación de fragmentos de testimonios impresos; su circulación a través de un intercambio en espacio público y una instalación en sala: una serie de paneles de paisajes de Ayacucho desde donde se puede escuchar una voz leyendo fragmentos de los mismos testimonios que describen diversas actividades rutinarias que realizaban en su región, principalmente agrarias o asociadas al campo.